Hay múltiples formas de hacer un horno: con ladrillo refractario, con barro refractario, con hierro... Nosotros recomendamos adquirir en primer lugar una bóveda o cascarón u horno de barro refractario (como lo quieras llamar) fabricado con caolín (uno de los mejores materiales refractarios que nos ofrece la naturaleza) El caolín es un material con el que se elabora un extraordinario barro refractario que se distingue por su capacidad de acumulación de calor, resistencia al choque térmico y durabilidad.
Con elemento a partir del cual comenzaremos a construir el horno tenemos varias ventajas:
1 Su capacidad refractaria superior a cualquier otro material
2 Si no somos expertos nos ahorramos el engorro de construir una bóveda de ladrillo. Aunque sea con una plantilla implica una dificultad que no está al alcance de todos.
3 Las bóvedas de ladrillo entrañan el riesgo de agrietarse o fisurarse por una incorrecta construcción, llegando incluso a romperse en los primeros encendidos.